Comienza la primavera del deporte

La mayoría del continente americano está atrapado por el fútbol como es de suponerse por su alcance a nivel mundial, algo que este quiere alcanzar y lo hará con el tiempo pero para los dominicanos, panameños, boricuas, estadounidenses, algunos canadienses, pocos mexicanos y nosotros los venezolanos comienza hoy el deporte que nos apasiona, que nos mueve, con el que nos criamos.

Los pepper jacks, salchichas de maíz, perrocalientes y la cerveza está preparándose para el magno evento que combina grama, agua, arena y cal; que involucra una esférica con cuero blanco cosida con hilo rojo, deformada y sucia por la acción de un bate sacado de los árboles para llevar a cabo esta tradición que lleva más de 125 años de vigencia.

El béisbol se viste de gala una vez más en los Estados Unidos y Canadá donde estarán representados el alma de nuestros guerreros latinos llevando en el pecho el honor de representar a su país y a su divisa en este largo viaje de 162 juegos. 

Esta vez comenzará este domingo en el mítico Wrigley Field de la ciudad del viento, de los Cachorros de Osos de Chicago que curiosamente está recibiendo unas reparaciones para expandirlo y darle a los mejores fanáticos del béisbol una sede más grande y cómoda, una afición que es muy ferviente y creyente que se acabará la maldición de la cabra, acción que llevan a cuesta desde los años 20 cuando no dejaron que el animal se sentara con su dueño a ver el partido y este los execró jurando que estos cachorros no ganarían más una serie mundial.

Para comenzar en buen pie tendrán que pasar por su primera prueba, sus eternos rivales los Cardenales de San Luis, que han sido muy exitosos en la última década convirtiéndose en habituales participantes de post-temporada a la cabeza de estos, Mike Matheny, y el receptor boricua Yadier Molina que dirigirá los envíos de su AS Adam Wainwright quién se enfrenta a su colega siniestro John Lester, quién tendrá la obligación de darle la victoria a los de Chicago y cumplir la profecía que se dió en el segundo film de Volver al Futuro cuando Marty McFly llega a Hill Valley, California en 2015.  

Como dice mi colega Luis Ernesto Jerez, quién admiro y es una de las razones por las que escribo, que no se diga más solo play ball y a disfrutar de los mejores 7 meses del año donde el bate y la pelota serán protagonistas llenándonos de emociones a granel.

Mario Alberto González