"Somos racistas y así nos gusta ser".

Y "vuelve la burra al trigo" como se dice en varias regiones de Latinoamericano cuando queremos decir que la historia tiende a repetirse, en numerosas ocasiones en el deporte se mezcla con uno de los actos más despreciables del ser humano como lo es el racismo. Puedes ser blanco, amarillo, negro, café o lo que sea; pero siempre debe haber respeto en nuestras razas sabiendo que somos lo suficientemente inteligentes para tratarnos bien, dando el ejemplo de ser una especie superior que nos diferencia de los animales.

La historia se remonta en hechos como cuando Adolf Hitler no le quiso otorgar una medalla de oro a Tolo Leal en las olimpiadas de Múnich de 1936 porque un individuo de raza negra había sido victorioso en una prueba de atletismo en esta cita del deporte. Así como éste hecho se han dado en Europa muchas veces como cuando le pitaban a Samuel Eto'o en la liga española, a Mario Balotelli en Italia a pesar de ser de esa misma nacionalidad o el recordado incidente en la región de Valencia en España, cuando un desadaptado le lanzó un cambur a Dani Alves para decirle "mono" y este se comió la fruta.

Esta vez, le tocó a París, la ciudad del amor, metrópolis que está llena de miles de personas de distintas razas y religiones; pero siempre existen turistas que tratan de dañar el status quo de la vida que celebraban el excelente resultado que habían sacado los "blues" del Chelsea en contra al París Saint Germain al haber empatado a un tanto en el partido de ida de los octavos de la UEFA Champions League. 

Los británicos impiden a un individuo de color entrar al subterráneo de la capital francesa, alegando que estaban orgullosos de ser racistas y que no iban a permitir que este hombre entrara al tren empujándolo en numerosas ocasiones y lo que es peor fue que no recibió ayuda ni nadie evitó que esto continuara. ¿Porqué?, acaso ¿No hemos evolucionado como especie?. El hombre de raza negra, identificado como Souleymane, expresó que no entendía muchos de los mensajes de racismo que los ingleses británicos puesto que el hombre no habla el idioma anglicano. 

Mario González