Still Alice: la gracia va desvaneciéndose.

Quizás algunas veces, mientras nos sentamos en el escritorio, pupitre o la mesa de la sala, adquiriendo conocimientos tanto voluntaria como involuntariamente, de forma imaginaria colocamos esa información en un estante. Intrigados nos preguntamos a nosotros mismos: ¿cuánto tiempo estarán allí? ¿Se quedarán eternamente? ¿O serán efímeros y se irán?

Problema conocido, respuesta borrosa. A medida que vamos creciendo la memoria nos juega de espaldas, nos acuchilla por detrás. Nosotros la apreciamos pero esta parece viajar a otros momentos, a otras atmósferas, parece "desvanecerse" caprichosamente.

El enfoque de los científicos de UTHealth es innovador y tiene un gran potencial para ayudar a las personas con pérdida de la memoria, producida por enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Crédito de la imagen: Stuart Miles (freedigitalphotos.net)
La historia de Still Alice guarda el mismo tópico, y sirve de espejo para quienes han tenido que sufrir de cerca una situación similar. Si bien perdemos capacidad de recordar con el tiempo, hay maldiciones de la naturaleza que promueven ese olvido, y que no miran hacia atrás. 

La hermosa veterana Julianne Moore nos da una exposición magistral sobre un caso atípico del Alzheimer. Interpreta a una reconocida profesora de la universidad de Columbia, en Nueva York, la cual siempre se caracterizó por una gran inteligencia dicho por sus mismos colegas y su amado esposo (Alec Baldwin). Sin embargo, más pronto que tarde, asecha la enfermedad y va dando las primeras señales.
Madre de tres adultos con vidas en proceso y en camino provechoso, tiene la difícil tarea de mantenerse firme como docente y de informarle a su familia de lo que va sucediendo. Todo esto, por supuesto, contra la corriente ante la cual intenta remar con escalofríos en su mirada.

Por su parte, su última hija, Lydia (Kristen Stewart), la de carácter más distinto, parece ser la más afectada de la situación. La evolución de su personaje gira en dirección a la recesión médica de su madre. Siempre regia, da señales de un involucramiento esencial en escenas de auténtica tensión y sensibilidad.
La frustración de John, su esposo, se hace cada vez mayor. Refugia la desesperanza con empleo y distracción, con lo cual se aleja de ella según la frágil concepción mental de la actriz pelirroja. Sin embargo, no deja que las garras de la perdición se apoderen de él frente a su compañera de vida. 

Still Alice es más que todo un retrato a tantas vidas que han tenido que tropezar en la condena del Alzheimer. Un repaso por la fuerza agotable con la esperanza como frente. Una esperanza que se pierde sin darse cuenta. Un homenaje al dolor que pasan los seres queridos de los afectados de esta deficiencia.

Mi novia, estudiante de psicología, me dijo al salir del cine lo siguiente: "El ser humano cuenta con tres tipos de memoria: la de corto plazo, que es la de actividades recientes, la de largo plazo que se crea con el paso del tiempo y la memoria emocional. Esta, la emocional, es la última que el ser humano pierde. Eso quizás sea un punto blanco dentro de esta enfermedad." Tal realidad es mostrada palpablemente en esta película.

Escena más relevante: Este es un pensamiento singular, ya que quizás otros ilustrados sobre el filme pueden consagrar la escena final como la más importante. Considero que la falta de orientación de Alice al momento de buscar su hogar mientras trota es un momento de quiebre. El enfoque hacia su confusión y la distorsión hacia el plano externo, lo que está allá afuera, el mundo, nos dice que ya todo está dicho. No hay vuelta atrás.
Mejor actuación: Está de más decir que el premio se lo lleva el eje principal de toda la trama, Julianne Moore/ Alice Howland. Si bien es cierto que el film no presenta una historia impresionante, con las armas de la simpleza ella nos pone en su posición, sacándole a más de uno una lágrima en varios momentos mientras la vemos decaer y entregarse a la perdición. Es la justa ganadora por este personaje del premio de la academia a mejor actriz principal.


Puntaje: 7,6/10.

Si diera una moraleja, sería recordar a quiénes fueron algo grande, por la grandeza que generaron. La tragedia llega a cualquier rincón, y esas almas posadas en dichos espacios quisieran ser recordadas por sus buenos momentos. Queramos a los cercanos, dejemos que la lealtad nos adopte.

Si bien suena a gastado, un tal Simón dijo una vez: "después de esta vida, no hay otra oportunidad".

Miguelangel González.
Still Alice: la gracia va desvaneciéndose. Still Alice: la gracia va desvaneciéndose. Reviewed by Paleta de ajo on 2:30 p.m. Rating: 5

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