Aytekin hace de 10 en una noche muy turbia en Barcelona

Hace tiempo, han habido jugadas en eventos importantes, en el mundo del fútbol que ensombrecen de forma alarmante lo que debe ser una "noche mágica", veladas que ganan fanáticos y que figuras deberían de reaccionar y mostrar lo que valen.

Es muy fácil quitarse los colores en una velada como esta, decir que han habido tres protagonistas y uno de ellos, se lleva los papeles para que los números hayan terminado en un 6-1, esta noche no es para adular para el que de verdad quiere el fútbol por pasión y por honor; sino para machacar al tridente responsable de este resultado los cuales son: Deniz Aytekin, Unai Emery y Neymar Jr. 

El número 3 del podio es al que debe dejar el cargo de entrenador, el español Unai Emery que sólo por honor debería de haber armado psicológicamente al equipo, para que este no se relajara después de haber ganado en un 4-0 en el partido de ida, que puede dirigir un equipo que en los papeles no tiene la reputación de los catalanes pero el técnico ibérico tiene experiencia de llevar a una escuadra a levantar trofeos internacionales, por lo tanto, entregarle el encuentro a los blaugranas NO TIENE NOMBRE.

Segundo, el hombre que creyó en la remontada, el que posee el testigo de Messi, que este día no fue la estrella sino el 10 de brasil, sí es que el ex del Santos no se puso la 11 del FC Barcelona, se colocó la verde amarelha, donde es él el líder, el dueño de los balones, probó de media distancia, provocó penaltis, clavó una en la escuadra de Trapp y realizó el centro del último gol de la noche realizada por Sergi Roberto que marcó la remontada histórica, pero después del gol de Cavani hubo una jugada donde el brasileño pierde la cabeza le pega una patada clamorosa de frustración a un defensor francés que debió enviarle a las duchas.

El partido terminó con marcador de tenis fue posible no por un penalti pitado al Barcelona, sino por no haber pitado uno al PSG luego de una patada que le hizo Mascherano a Di María cuando este definía sólo ante Ter Stegen, quién admitió que el árbitro no le pitó este penalti y por supuesto tampoco le saca la roja a Neymar, jugada que se describe arriba y tampoco le reprime con dureza los constantes reclamos e insultos que hizo Luis Suárez al protagonista del partido, Deniz Aytekin.

Es desgastante hablar de los jueces, pero como un fanático del FC Barcelona puede hablar de las "bolas calientes" (razón por la cual el Real Madrid ganó la 11va) o de los cinco minutos extra que generó el cabezazo de Ramos en Lisboa para la décima, no hay mejor forma de describir lo que ocurrió esta remontada que debió ser mágica, pero terminó siendo DEPLORABLE. Espero por justicia deportiva que este equipo no gané la competición.

Mario González