La costa de Miami se lleva la vida de José Fernandez




La vida suele ser muchas cosas, maestra, psicóloga, injusta, fuerte, triste, difícil pero al final siempre termina siendo bella. Pues te dió la oportunidad de formar parte de la historia de alguien, eso te hace inmortal, así seas una persona con dificultades motrices o un jugador superestrella de los Marlins de Miami. 

Fernández compartió  su infancia con Alemdys Díaz (campocorto de grandes ligas) en Santa Clara, Cuba. Fue el padre de Díaz quién lo convenció para que jugara pelota y se convirtiera en profesional, luego que Raúl Jiménez, su padre adoptivo escapara de la isla y se estableciera en Tampa, le tocaría a José escapar de su lugar de origen, no porque lo querían matar sino porque buscaba un mejor porvenir; no se fue por avión ni por tren ni por bus, tuvo que escapar en un bote y no lo logró a la primera sino que tuvo que esperar a la tercera vez para ponchar a una Dictadura que lo tuvo preso por 14 años, dejando en el otro lado del “puente” que narra Ricardo Arjona en su canción, a Olga, su abuela, la que lo oía cada vez que iba a lanzar. 

En su tercera ocasión, debido al mal tiempo, en el bote dieron la señal de hombre al agua, José sin saber quién había caído se lanzó al agua y salvo a Maritza, su madre, que estaba luchando por permanecer con vida en un agua llena de corrientes y tiburones.


Después de vender verduras en Tampa, lo vieron lanzar las hortalizas a gran velocidad, aspecto que le valió para entrar al béisbol escolar en un instituto de esta ciudad, luego de diez años y de haber sido el lanzador estelar en el partido de las futuras estrellas en 2012; José subió por primera vez al montículo del Marlins Park, contra de los Mets de Nueva York un 7 de abril de 2013, como primera opción luego de la lesión de Nathan Eovaldi y Henderson Álvarez, en este partido dejó un saldo de ocho abanicados un sencillo en cinco episodios de acción.

El fenómeno de Fernández en Miami se parecía al de la Fernandomanía, puesto que las funciones del cubano lo convertían en un verdadero espectáculo cada vez que secaba sus manos con cal para disponerse a frustrar a sus rivales quienes siempre lo trataron con miedo y respeto. Esta temporada llegó a ser novato del año, en los meses de julio y agosto, formó parte del equipo de todos estrellas donde en el sexto episodio hizo abanicar a Dustin Pedroia, Chris Davis (líder de HR esa temporada) y a Miguel Cabrera lo obligó a elevar la pelota al cuadro, no se había visto a un lanzador en su año de debut con semejante presentación; acciones que hicieron que le terminara quitándole el premio de Novato del Año a un tal Bryce Harper (estrella de los Nacionales de Washington). 

Luego por cosas del destino en 2014 tuvo que someterse a una cirugía de Tommy John, operación que le quita las capacidades a cualquier lanzador para seguir siendo dominador, aspecto que no le afectó al cubano pues este jugaba con el corazón no con los brazos, fue en 2016 cuando pudo volver a la lomita en el cual pudo llegar a otro juego de las estrellas; Hernández posee una estadística con más de 40 juegos lanzados en su feudo, el Marlins Park, de una efectividad más baja que la de Babe Ruth (cuando este era lanzador) y de Clayton Kershaw, A´s de los dodgers, con una minúscula cifra de 1.49. 

Hay personas que afectan la vida de alguien en especial, este era el caso de Olga, su abuela que se había quedado en Cuba que con su radiecito se montaba en el techo de su rancho en Santa Clara para escuchar las actuaciones de su nieto, los Marlins sabían de esto y en una sorpresa para el cubano se trajeron esta temporada a su abuela otorgándole a Fernández el regalo más anhelado que tenía, verla otra vez y recibir un beso en la frente de ella. Cosas raras y nobles en la vida de este cubano hay muchas, una de estas cuando los Marlins pierden ante los Dodgers, José en vez de irse bravo a los vestidores tomo una silla para ver los fuegos artificiales del estadio de Los Angeles o el episodio con Tulowitzky quién le conecta una línea durísima por el pitcher y el latino la atrapa con esos reflejos que tenía, el campocorto de los Rockies en ese entonces le pregunta, ¿Atrapaste eso? Y él le responde si, si lo hice con una sonrisa.

En la madrugada del 25 de Septiembre de 2016, recorriendo las aguas que había cruzado para llegar a la libertad Fernández recibió la llamada del de arriba diciéndole que le tocaba lanzar allá en el cielo, lamentablemente por un accidente de su bote perdió la vida junto a dos de sus compañeros, dejando un vacío enorme para los que siguen este bello deporte, así como a los jóvenes que lo tenían de ejemplo y a toda la comunidad latina que estaba pendiente de él. Al menos nos queda de consuelo que el pedacito de carne que lleva Carla Mendoza, su novia, traerá seguramente la alegría del mítico 16.
Mario González
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