Casta y fortuna.

Boca Juniors regresa al torneo continental, la Copa Libertadores de América, después de dos años de ausencia. Uno de los máximos ganadores en la historia del certamen sufrió de unas últimas temporadas irregulares que le impidieron participar.


Ahora bien, después del último torneo corto en la Argentina, en el cual en el club xeneize llegó el vasco Arruabarrena al banquillo revolucionando el plantel, pudo lograr una mayor consistencia peleando el torneo local hasta el final, consiguiendo así un pasaje directo al grupo 5.


El partido inicial se jugó en la tarde de hoy en Santiago de Chile contra el Palestino, un equipo debutante que aspira a luchar por un puesto dentro de los dieciséis mejores y que estaba dispuesto a aguarle la visita a su reconocido rival.


Se jugó bajo unas altas temperaturas en todo el encuentro y el local apretó desde el inicio. Si bien todos esperaban que Boca goleara cómodamente, la realidad fue distinta; no paró de sufrir ataques del rival en todo el encuentro. 
El conjunto chileno generó una gran cantidad de jugadas de peligro, entre ellas centros con cabezazos al área que supo mantener Agustín Orión. Los 25 primeros minutos el visitante estuvo irreconocible, perdiendo balones en la medular y con dificultad para generar jugadas de varios toques de pelota.

Justo después la escuadra de la rivera empezó a despertar. Primero con un balón colocado del nuevo defensor traído de Europa Marcos Torsiglieri, que se fue desviado por poco y luego, en el minuto 37 gracias a un descuido de la zaga central chilena, el lateral Marín pudo maniobrar un pase entre líneas al juvenil Andrés Chávez, uno de los más destacados de Boca en el último campeonato, que sin dudarlo prosiguió a puntear la pelota suavemente hacia el palo derecho del guardameta y abrir el marcador.


Definición como los grandes, que es a lo que apunta este chico. Sin embargo el local jamás bajó sus brazos y continuó atacando. Con este resultado se fue al descanso.
La historia no cambió mucho en la segunda mitad, con un anfitrión dolido pero con la frente en alto que buscaba la solución en forma de empate. No fue sino hasta el minuto 68 en el que otro juvenil, Sebastián Palacios, liquidó el encuentro después de ingeniarse una personal dejando atrás a un central y colocando el esférico dentro de la red.

Palacios liquidó el partido con un magnífico tanto. Lleva 3 desde el comienzo de la temporada.

Palacios liquidó el partido con un magnífico tanto, lleva tres desde el comienzo de la temporada.

Las razones por las cuales el xeneize sufrió tanto para poder llevarse el juego pueden ser las siguientes:

  • Se jugó ante un rival debutante en su casa, lo cual en Sudamérica siempre resulta como algo complicado.
  • Boca, en medio de una alta presión y nerviosismo por volver renovado al torneo, sabe que es favorito y el estreno nunca es fácil en estas circunstancias.
  • El clima. Si bien jugó para los dos, el club argentino no está acostumbrado a explayarse a temperaturas tan altas. Pudo ser un factor en su contra ya que pasados los sesenta minutos se cambió a Chávez, que se veía agotado.


Un dato a recalcar es que Lodeiro, que fue quien entró y llegó para dejar de extrañar a un Riquelme, cambió la pespectiva del encuentro y le dió el aire que necesitaba al equipo, además de dar pequeñas muestras de lo que puede lograr si se asocia rápidamente con Gago.


Si bien el resultado pudo ser muy distinto y algunas acciones arbitrales perjudicaron ligeramente al local, Boca tiró más del ingenio y de la garra que lo caracteriza para llevarse los tres puntos a Buenos Aires y ser líder de su grupo después de la primera fecha.


El segundo, el Montevideo Wanderers, que hizo lo propio ayer de local y que justamente es el próximo rival del azul y oro en la Libertadores.

Miguelangel González.






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