El radiactivo Kanye West.

No es de extrañar que diariamente se hable sobre este rapero en muchos medios de comunicación. Es que cada vez que emite un comentario deja titulares de primera plana y declaraciones que llaman la atención.

Hace poco ha emitido unos mensajes en su página personal de Twitter pidiendo disculpas hacia el cantautor "Beck", que ganó en los últimos Grammy´s el premio a mejor disco del año. Apenas  recogió su premio, Kanye se paró de su sitio y amagó con decir unas palabras.

Todos sabemos el cuento sobre lo ocurrido entre él y la cantante de country Taylor Swift cuando ésta se alzó con un premio donde estaba nominada Beyoncé, algo que no agradó mucho a Kanye. Conociendo la situación, Beck lo animó a decir algo, una decisión bastante inteligente que pudo haberse desenvolvido de manera muy negativa para el afroamericano.

Y es que West parece ser de esos artistas explosivos, de esos cantantes predispuestos, a los cuales parece demasiado sencillo sacarles un disgusto, tanto que nos llegamos a preguntar de vez en cuando: "Será así o lo hará para llamar la atención?

No es extraño imaginarse que este personaje (es eso más que todo) tenga problemas histriónicos. No sólo ha tenido altercados en estas ocasiones, sino que además levantó una riña con el presentador Jimmy Kimmel cuando este hizo un video-parodia de Kanye al asegurar el segundo en una entrevista: "Yo soy la estrella de rock más grande del planeta"

Discusión por Twitter del presentador de televisión y del rapero.

Lo cierto es que la fama del oriundo de Chicago se debe a que nació y creció en el momento y lugar exactos. En una generación donde la música cada día más es mezclada con la farándula y los casos extra-laborales. Es obvio que un artista que se jacta de muchos atributos en sus canciones y que desacredita a otros públicamente (también pasó con Bruno Mars) esté en las portadas de las revistas.

Pero bueno, esperamos desde acá que todo sea cuestión de publicidad y de marketing, algo que se está comiendo al intelecto estadounidense. Ya lo dijo el presidente Barack Obama en una ocasión refiriéndose al matrimonio de Kim Kardashian y nuestro protagonista, asegurando que "la riqueza de Kim y Kanye no es un indicador de éxito."

No todos son acusaciones hacia él. Hay que admitir que presenta una gran cantidad de trabajos de producción musical y muchos personales de gran interés como el más reciente "Yeezus", donde él mismo narra a través de un álbum conceptual la dualidad de ser Kanye y ser un Dios (curioso).

 Sin embargo, él es el culpable del gran rechazo que genera en muchas personas. Histriónico y megalómano por naturaleza o conveniencia; pero jamás abandonando esa faceta. Asegura tener la potestad para determinar quiénes son realmente artistas y quiénes no lo son.

Sin más que agregar, terminamos con una aseveración: Cuantos verdaderos melómanos en el mundo quisieran ostentar sus dividendos para producir música y no para vender una franela totalmente blanca a cantidades exhorbitantes de dinero.



Miguelangel González.