El hombre "perro" se muda de la plata

Es muy fácil señalar y criticar a una persona cuando se equivoca, pero el que critica queda peor parado que el criticado; el que haya visto "Los Simpsons" se dará cuenta de lo que hablo al imaginarse la risa burlona del entrépito niño "Nelson" quién a algunos les da risa su burla pero a otros les parece molesto.

No se trata de criticar a alguien, pues a mi más humilde entender, NADIE ES PERFECTO, así como Seijas se equivocó en su cobro penalti ante Romero en los cuartos de final, o CR7 ante Austria cuando la estrelló al palo; o el mal cobro de penalti en la final de la Copa America Centenario de Messi ante Chile.

Estoy en desacuerdo con las personas que endiosan a un hombre que hace las mismas cosas que una persona común como tu y yo, este probablemente, sea la razón por la cual muchos "odian" a Messi o lo quieren ver fallar. Pues el rosarino es antigris, como Lebron, CR7 incluso Trump; pues o los odias o los amas.

  

Que no se confundan mis intenciones pues aprendí a ser vinotinto, a sentirme orgulloso de la mía, de decepcionarme y de alegrarme hasta llorar por esa camiseta; por tanto ni soy rojo ni albiceleste, quería que hubiese un buen juego y logré mi cometido, gracias al esfuerzo de un Messi y Banega en el ataque argentino, a la marca impecable de Mascherano y Mercado, terminando con unas manos prodigiosas del "1" de Chile que seguramente sin él, la roja no estaría en la cúspide del fútbol mundial.

El porqué del título es por una crónica que hizo un periodista, comparando al comportamiento fiel de un canino que quiere jugar siempre con la pelota y le importa sólo ella; algo parecido con el rosarino que usualmente no pide faltas ni pierde la compostura en un partido, eso no pasó en la final, donde se desesperó, se alejó y lloró desconsoladamente por un nuevo resultado que se le hace esquivo en cuatro finales que ha tenido con su selección. 

El día 26 de junio de 2016, no sólo será recordado por la final de esta copa especial, sino por la renuncia de uno de los mejores jugadores que se han visto de este deporte, pero no por lesión sino por impotencia, por pensar que estas "maldito" y que si se hace a un lado Argentina pueda ganar un título, quedará ahora en la responsabilidad de Dybala, Pastore, Funesmori, Kranevitter y muchos más tratar de ganar algún título que se le hace esquivo a la selección argentina desde 1993 que al parecer levantar una copa es LO ÚNICO QUE IMPORTA EN ESTOS DIAS. 

Mario González