Gustavo Casas se estrena de "Amarillo".

                              

Conocemos dentro del movimiento del rock nacional a muchos "toderos", gente que se encarga de que todo esté funcionando, trabajando a 8 manos por el movimiento musical. Existen varios, pero uno de los más presentes y que siempre apostó por el movimiento nacional fue Gustavo Casas.

                                  

Pasado acompañante de trabajo de Okills, de Charliepapa, La Vida Boheme, Tomates y más, y participante de la agrupación Wahala, Gus nunca dejó de soñar con notas, y esa fue siempre su premisa, vivir de ellas o con ellas, durmiendo juntos. Brindó ambientes de bares criollos con popurrís honestos, con su proyecto "El Ipod Humano".

                            

Estamos aquí para hablar de su primera placa discográfica en "solitario", las comillas valen pues siempre gustó de trabajar con personal humano de calidad en varios ámbitos. Se extrae del álbum la pieza "Verte Ya", que cuenta con uno de los vídeos más innovadores de los últimos años en material visual. 

Dicho material vio nacimiento en vivo en tierras ibéricas, destino adecuado teniendo en cuenta las líricas llenas de reconciliación, intención de reencuentro y ajenas a la pedantería de este EP de 4 canciones.

Con referencia a lo netamente musical, la guitarra acústica desnuda es omnipresente, junto a bajos cambiantes y percusión peculiar aunque atenta. Teclados de colchón se apoderan del aura en ciertas etapas, al igual que otros acompañantes de cuerda, lo cual da una dulce mezcla de sonidos. Agradable y honesta.

Nunca es demasiado tarde para estrenarse; pero sin duda el recordatorio más importante que nos deja Gustavo con este tierno material, es que nunca es tarde para hacer música feliz en Venezuela.

Miguelangel González.