The Bearer of Bad News, un gran álbum que pasó desapercibido en el 2015.

                                   

Muchas veces podemos considerar que las listas de discos más laureados de un año son injustas y que dejaron a alguien importante por fuera, o que hay un representante pilar de un género y por lo tanto, sus pares no tan populares se ven eclipsados. Quizás en este caso pasó con Carrie&Lowell, de Sufjan Stevens.

En las plataformas musicales americanas vió luz en la madrugada del 2015, un disco que, por lo menos, en esta parte sur-occidental del mundo pasó ligeramente desapercibido en las listas. El creador, el canadiense Andy Shauf, pisó fuerte sin embargo en el movimiento independiente actual, con un material de hace 4 años, pero que se formalizó en el último.

                                    
                             Fotografía para una entrevista con la revista digital "popmatters".

The Bearer of Bad News fue grabado, mezclado y masterizado en su totalidad por el mismo Andy, que presenta su ópera prima de la mejor manera posible. Confeso influenciado por Elliott Smith, el rubio plagó de diferentes instrumentos sus melodías, hasta condimentarlas al máximo de una honestidad folklórica norteamericana que no tiene desperdicio alguno.

Nos cuenta historias pueblerinas acerca de adictos a las drogas, sus malaventuras y desamores que terminan convirtiéndose en tragedias, con una voz tenue, sin hacer mucho ruido, pero latente y constante. Los clímax son acompañados por metales sigilosamente presentes, junto a un indispensable piano.

En Norteamérica sin embargo, Andy Shauf ha logrado reconocimiento y lleva más de un año girando entre su natal Canadá y varias zonas del norte de los Estados Unidos, sumando a que ha participado en productoras de vídeos en vivo importantes como en KCRW o Cardinal Sessions, donde resume sus melodías a una guitarra, su voz y el viento.

                            

Logró captar la atención de Anti-Records, juntándose en él con artistas reconocidos como Wilco, Deafheaven y su mentor Elliott Smith. Planea lanzar un nuevo material bajo la tutela de su sello discográfico para este año, que esperamos que iguale o supere al que nos regaló en el 2015.

Andy se resume como un músico súmamente honesto, y que no limita el indie-folk a pocos instrumentos. Capaz de llenar de ingredientes sus canciones sin salirse de su género, relata cuentos de su vida para el mundo. Esperamos verlo en grandes festivales en el 2016, para darle la justicia que se merece a su querido empleo casero.

                            

Miguelangel González.