Bates Motel: ¿Qué quedará?

                                     
De esas series que de seguro en un comienzo parecen no tener clara su intención; pero que al evolucionar se muestran como atrapantes y te permiten relacionarte con su atmósfera completa, sin ser protagonista de grandes premios por haber nacido en una época equívoca. De esas es Bates Motel.

A pesar de que no tiene un alto reconocimiento para la masa de audiencia norteamericana, la gente de White Pine Bay ha conseguido su punto más álgido en estos últimos episodios. El penúltimo de la cuarta temporada, recién terminada, reposa en un colchón de 9,8 en IMDb, por ejemplo.

La irremediable insanidad de Norman, que se venía asomando cada vez más en el desarrollo, ha llegado a dominar inclusive a sus sentimientos más arraigados. Sumando a esto, la impotencia que genera la situación personal de los complementos, generan la angustia.
                                    
Atención: si no has visto la última temporada, deja de leer en este punto.
                            
Habiendo avisado de los spoilers, ninguna emoción puede morir con el relato. Lo que si murió fue el foco central de esta entrega, y con ella llegó la frustración de un Alex Romero que pudo y estuvo a punto de convertirse en el héroe de la serie, de no ser por que ocurriera lo inevitable. Y es que, obviamente, no podía ser tan fácil todo.

El detalle está en que todos conocemos la continuación inminente de Norman y su empleo, por lo tanto nos podemos imaginar medianamente como será el final. Lo que más nos preocupa a los seguidores es lo que vendrá luego, pues todo parece prácticamente resuelto a primera instancia.

Con el Sheriff enjuiciado por el caso de Bob Paris, Dylan en Seattle con una Emma curada a medias (luego explicamos el por qué), Caleb fuera del mapa y Norman en estas condiciones, todo se ve trágicamente irrecuperable. ¿Qué es lo que queda entonces?

A menos que ocurra un cambio drástico y los guionistas boten a la basura la historia original de Robert Bloch llevada al cine magistralmente por Alfred Hitchcock, lo que queda es un estofado de malas noticias que abran camino a un vil y macabro desempeño de Norman como gerente del motel.

Lo que pudiese intervenir, teniendo en cuenta la realidad absoluta y no la que nuestro protagonista vive, serían una intervención del Dr Edwards, una posible vuelta de Dylan debido a la curiosa despedida que le dio su hermano por teléfono (o por la inconclusa muerte de la madre de Emma), o una vuelta segura de Chick a la morada de los Bates. Sin embargo, al ser una precuela, es casi incuestionable que cualquiera de los escenarios, esfuma las esperanzas de un futuro prospero para la gente del pequeño pueblo ficticio de Oregon.
                                                                   
Sin embargo, algo que hay que recalcar y sí, es el dominio actoral por parte de los principales. Max Theriot siempre macizo y presente, Nertor Carbonell más al frente de manera grandiosa, y ni hablar de Vera Farmiga, que cuenta los tiempos y párrafos de la serie. Lo que más sorprende es la transformación que ha sufrido el papel de Freddie Highmore: ¿quién imaginaba que ese niño de Charlie y la Fábrica de Chocolate y de August Rush, diera los primeros pasos tan precisos del asesino con complejo de Edipo más famoso de todos los tiempos?
                           
Los cambios melódicos de la música original van de la mano con los sentimientos representados. La frialdad y la tensión se vislumbran a leguas en una serie que ha estado cerca, pero ha sabido mantener la prudente distancia entre una novela romántica y una gran entrega de suspenso. Esperaremos hasta la próxima primavera para diagnosticar el final. Mientras tanto, nos quedamos con la poderosa escena de una Norma transparente interpretando una pieza de piano en una casa adornada, que nos enseñan que cuando el cariño no se mide, la realidad puede adelgazar hasta ser irreconocible.
                                 

Miguelangel González.
Bates Motel: ¿Qué quedará? Bates Motel: ¿Qué quedará? Reviewed by Paleta de ajo on 2:32 p.m. Rating: 5

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