La victoria de Israel, ¿Fue sorpresa o lo tienen en los genes?

El Gocheok Stadium fue la sede para el primer encuentro de la cuarta edición del clásico mundial de beisbol en donde se enfrentó los locales de Corea en contra del debutante Israel, encuentro que trajo varias curiosidades, como gritan los fanáticos asiáticos y como este estadio complicó a más de uno en los elevados del partido inaugural que muchos tuvieron que madrugar para presenciar tal evento.

Una de las curiosidades de este estadio es que tiene una malla que recorre desde el home plate hasta una buena parte de la zona de foul por la parte derecha del complejo, para que hayan entretenedores y porristas que realizan canciones cuando cada uno de los asiáticos vienen a la ofensiva, otra es que el color neutro que posee el techo del domo de Seúl, complicó a varios jugadores cuando había elevados, aspecto que ocurre en otros estadios como el tropicana field de Tampa.

Pero la razón de este escrito es hablar un poco de la historia y características que tiene la selección de Israel, una de ellos es que la mayoría sino todos no nacieron en el país europeo sino que tienen vínculos con la religión de Israel o poseen ascendencia.

Los judíos tienen varias costumbres y fechas sagradas para sus seguidores y esto no fue algo distinto que caracterizo a dos de sus grandes leyendas del beisbol judío, como lo fueron Hank Greenberg y un tal Sandy Koufax quienes ambos dejaron de participar en juegos importantes por estar presentes en la sinagoga para la fecha del Yom Kipur que es la fecha de arrepentimiento sincero de corazón; hablemos de estas dos figuras, Greenberg fue considerado en los años 30 como uno de los primera base más completos de la historia que jugó en Detroit a pesar de haber iniciado en los Yankees de Nueva York pero para esta época habia un tal Lou Gherig que lo obligó a irse a los tigres.

Otra de las figuras resaltantes de los judíos es Sandy Koufax que a pesar de haber jugado 6 años en las mayores por una artritis que lo forzó a dejar la carrera deportiva a los 31 años realizó tres juegos sin hits, con el mejor promedio de victorias y de carreras permitidas en la época que jugó que le dió una sede en Cooperstown (Salón de la Fama del béisbol). 

Estos genes ayudaron a Sam Fuld, Scott Burcham, Ryan Lavarnway, Ike Davis, Ty Kelly, Cody Decker, John Moscot, Corey Baker y Jeremy Bleich, todos jugadores de grandes ligas con la excepción de Burcham que juega en las menores y en los papeles es el más débil pero hoy con su guante y su infield hit le dieron la victoria a estos dignos representantes de David al enfrentarse al Goliat coreano.

Un partido que tuvo un gran duelo de pitcheo entre Chang, que perdió el control en la segunda entrada y fue lo que produjo una de las carreras del conjunto europeo y Jason Marquis que a pesar de sus 38 años mantuvo a raya a los coreanos a dos imparables en tres innings dejando el partido con una victoria provisional; Excelente relevo de Oh, el cerrador de los cardenales de San Luis, que llegó en un octavo inning con tres embases y sacó cinco outs entre el octavo y noveno, para acabar con las aspiraciones israelís.

En su contraparte Josh Zeid, el ganador del partido, de 29 años, relevista de los Mets de Nueva York que lanzó los últimos tres episodios (hasta el décimo inning, por cierto es la primera vez en el clásico que inicia con extrainnings) quien controló de manera sólida los bates de Dae Ho Lee y compañía, no queda más nada que decir sino Mazel Tov para los debutantes y se enfrentaran a las 10 pm (hora del este de USA) ante China Taipei.

Mario González
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